Descubre el Palacio Pitti y los Jardines de Boboli

Los Médicis son la familia reinante más ilustre de la historia de Florencia, pero no fueron los responsables de la construcción del mayor palacio de la ciudad, el Palacio Pitti. Este último fue construido a mediados del siglo XV por un rival de los Médicis que le legó su nombre, Luca Pitti, un rico banquero deseoso de lucirlo.

Para ello, ordenó la construcción de este palacio en pietra forte, la misma piedra utilizada para el Palazzo Vecchio, ¡con una fachada de 200 metros de largo y 30 metros de alto! Menos de un siglo después, la ascendente familia Médicis adquirió el palacio Pitti, que se convirtió en la residencia principal de la familia en Florencia, sucediendo al palacio Vecchio.

Otras grandes familias reinantes, los Habsburgo-Lorena y los Saboya, ocuparon el palacio durante los siglos siguientes, lo que dio lugar a una extraordinaria acumulación de objetos preciosos y obras de arte entre sus muros.

Hoy en día, el Palacio Pitti es un museo abierto al público: a través de sus soberbias salas, podrá descubrir la Galería Palatina con sus obras maestras de Lippi, Rafael, Botticelli y Caravaggio, la Galería de Arte Moderno, la Galería de los Trajes, el Tesoro de los Grandes Duques (orfebres) y los pisos reales.

Hay para todos los gustos.

El siguiente paso lógico tras visitar el Palacio Pitti es estirar las piernas en el inmenso parque contiguo al palacio: los Jardines de Boboli. Agradables y llenos de maravillosos olores, los senderos del jardín serpentean o discurren en línea recta entre cipreses y especies mediterráneas, en un estilo 100% italiano.

Cuando hace buen tiempo, puede estirarse en la hierba y tomarse un respiro, o disfrutar de unas preciosas vistas de Florencia: estamos en el lado del Oltrarno, en la orilla izquierda de la ciudad.

Como siempre en Florencia, el Jardín de Boboli es una oportunidad para contemplar diversas obras de arte, desde fuentes como la Fuente de la Alcachofa o la Fuente de Baco, hasta esculturas como la gruta de Buontalenti, pasando por elementos arquitectónicos originales como la Kaffeehaus del siglo XVIII.

Puede explorar los Jardines de Boboli hasta la Porta Romana, donde se alzaban las antiguas murallas de la ciudad, y luego perderse en uno de los barrios más agradables de Florencia: Santo Spirito. Lejos del bullicio turístico, aquí encontrará tiendas de antigüedades, restaurantes acogedores, bares para salir por la noche y pequeños hoteles... ¡Florencia en su versión real y cotidiana!