La Gomera es un paraíso para los amantes de las actividades al aire libre. La isla está salpicada de sinuosas rutas de senderismo que serpentean entre frondosos bosques y vertiginosos acantilados. No hay que perderse el Parque Nacional de Garajonay, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su impresionante laurisilva, un bosque subtropical que se encuentra en las islas de la Macaronesia, da la impresión de pasear por un escenario encantado.
Si quieres descubrir las Canarias de una forma diferente, y lejos de las islas más populares, La Gomera es el lugar al que debes ir. Lejos de las playas abarrotadas y los interminables complejos turísticos, la segunda isla más pequeña de Canarias es más auténtica. Un paisaje natural excepcional y un rico patrimonio cultural son sólo algunas de las razones por las que esta isla atrae a los viajeros que buscan un remanso de paz lejos del turismo de masas.
Impresionantes paisajes naturales
Descubrirás impresionantes vistas panorámicas desde el Teide de Gomera, el pico emblemático de la isla que se eleva 1.487 metros sobre el nivel del mar y domina el océano Atlántico. La Playa de Vallehermoso es una de las más bellas de La Gomera, perfecta para un baño relajante.
La magia del silbo gomero
La Gomera también es famosa por su singular lenguaje silbado, el silbo gomero, declarado patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO. Los gomeros llevan siglos utilizando este castellano silbado para comunicarse en las escarpadas laderas de la isla. Es la única lengua de este tipo en el mundo, con no menos de 22.000 hablantes, e incluso se enseña en las escuelas. Durante una excursión por la montaña, incluso podrás ver una demostración de Silbo Gomero: ¡inmersión cultural garantizada!
Por último, para prolongar esta escapada cultural, acércate al museo arqueológico gomero de San Sebastián para dar un recorrido por la historia de la isla.
Las pequeñas iglesias que salpican el archipiélago también ofrecen una visión de la riqueza de la cultura canaria.
Una isla a salvo del turismo de masas
A diferencia de sus vecinos más bulliciosos, La Gomera conserva su ambiente tranquilo y virgen. No se verá abrumado por multitudes de turistas o complejos turísticos impersonales. En su lugar, encontrará un ambiente relajado, la cálida bienvenida de los lugareños y la oportunidad de sumergirse en la auténtica vida de la isla. Las sinuosas carreteras de La Gomera le llevarán a pueblos pintorescos donde el tiempo parece haberse detenido.
Para llegar a La Gomera hay que partir de la isla de Tenerife. En avión, desde uno de los dos aeropuertos de la isla, o en ferry. El avión es más rápido pero más caro, a partir de 100 € por un vuelo de 30 minutos, mientras que el ferry tarda una hora en llegar, unos 40 €.